jueves, 4 de febrero de 2021

Una nueva historia

El escritor que comienza a escribir una nueva historia puede parecerse a ese caminante que, de repente, se encuentra ante una encrucijada. Es una sensación extraña, algo así como una aventura llena de retos, pero a la vez muy enriquecedora. En mi caso, la experiencia es doblemente satisfactoria porque juego con la indiferencia ante el éxito: aunque escribo porque creo que tengo cosas que contar, y presentaré esta obra a premios y certámenes, me da igual cuánta gente la lea; con que guste a un solo lector me daré por satisfecho. Hoy me he puesto con ella; desde hace tiempo se lo que quiero decir, tengo perfilados los personajes y su papel dentro de la trama, conozco la época histórica en que va a desarrollarse y tengo un cuaderno de notas lleno de escenas, frases, objetos y detalles para incluir poco a poco dentro del libro. Desde que publiqué La sierra distante en 2018 no había vuelto a sentarme a escribir, pero por fin he encontrado el tiempo, la situación personal, el espacio de trabajo y la tranquilidad necesarias para ello. Y también, por supuesto, la inspiración. La historia va a ser un drama rural, el cual, supongo que es o será mi género. Quiero que sea oscura, que cree desasosiego y que hable de la mezquindad del hombre. De esos hombres que no toman decisiones, que no son valientes. De las consecuencias de sus actos. De injusticia, o de justicia puesta en práctica por las buenas o por las malas. Que deje mal cuerpo, que haga reflexionar, que nos de qué pensar: tres opiniones que me suelen dar sobre mi anterior novela. Si ésta cumple con lo mismo habrá merecido la pena.