martes, 31 de diciembre de 2019

Ninfas y fuentes

Mientras escribía mi novela La sierra distante, descubrí que la palabra ninfa, que todos asimilamos a algún tipo de ser fantástico, casi feérico, de la mitología clásica, hace referencia también al punto de la fuente por donde mana el agua. Al fin y al cabo, las ninfas eran deidades asociadas a manantiales, fuentes o arroyos, entre otros lugares naturales. Me pareció un término romántico y de gran belleza que no podía dejar de usar. Ninfa. La ninfa de la fuente.

A lo largo de todos los años que llevo vagando por los montes, he bebido de muchas fuentes y manantiales. Desde antiguas fuentes de pastores perdidas en rincones remotos hasta fuentes camineras que aparecen por sorpresa a la vera de cualquier pista o camino. Fuentes de pueblos deshabitados que siguen manando como si esperaran el regreso de sus pobladores desaparecidos. Tampoco dejo nunca pasar la oportunidad de beber en manantiales naturales, sin ninfa ni fuente asociada, esos manaderos de agua fría y mineral que surgen de los agujeros de la tierra en un fluir constante. Esas fuentes de alta montaña.

Algunas veces he encontrado gente que tiene miedo de beber de estas fuentes, del agua que mana directamente del suelo. Yo creo que no se puede beber un agua más pura.

- Manadero en el Alto Tajo. El sustrato calizo ha dejado una lengua de partículas solidificadas que delatan la existencia de la fuente cuando está seca. Curiosamente, mana al pie de un muro. Es imposible hacer una foto que le haga justicia. Sin duda una de las fuentes más bellas y misteriosas que he visto.


- Fuente con bomba en alguna aldea de la Sierra de Pela, cuyo nombre no recuerdo.


- Antiguo dornajo, rehabilitado con cemento y ladrillo en el último siglo y echado a perder poco después. Navalpotro, Guadalajara.


- La hermosa y ruidosa fuente de dos caños de la encantadora Zarzuela de Galve (Guadalajara).


- Mi viejo compañero de camino saciando la sed en una fuente perdida de la Sierra de Pela, que exploré de cabo a rabo con él. La fuente estaba muy marcada por las garduñas y el excedente fuera de la pila estuvo congelado durante semanas.


 - Foto de la Fuente del Agua Fría, junto a la cima del Cerrón (Macizo de Ayllón), con su estructura antigua, antes de que la destrozaran.


- Fuente rural decorada en los páramos interminables del Señorío de Molina, por la zona de Canales, si no recuerdo mal.


- Hermoso manantial en el Macizo de Ayllón, en pleno agosto, cerca de la Cuerda de las Berceras.


- Manantial natural en la Garganta de los Caballeros (Sierra de Gredos).


- Una de las aguas más limpias y puras que nunca he bebido fue la de este manadero de alta montaña, allá por los 2.400 metros de altitud, junto a la Portilla de los Cantos Colorados (Sierra de Gredos)


- Cogiendo agua limpia de un manantial en la Garganta de Bohoyo (Sierra de Gredos).


- Otra fuente de alta montaña, en este caso cerca de la cima del Morezón (Sierra de Gredos).


Para terminar este pequeño homenaje a todas esas fuentes y manantiales camineros, quisiera copiar aquí un hermoso poema de San Juan de la Cruz, "Qué bien sé yo la fonte", de una extraordinaria belleza, que ha sido recientemente versionado de manera magistral por la cantante Rosalía en un tema flamenco que, al menos a mí, me pone la piel de gallina.

Que bien sé yo la fonte que mana y corre
aunque es de noche.
Aquella eterna fonte está ascondida,
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.
Su origen no lo sé, pues no le tiene,
mas sé que todo origen della viene,
aunque es de noche.
Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beban della,
aunque es de noche.
Bien sé que suelo en ella no se halla,
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.
Su claridad nunca es escurecida,
y sé que toda luz della es venida,
aunque es de noche.
Sé ser tan caudalosas sus corrientes,
que infiernos, cielos riegan, y las gentes,
aunque es de noche.
El corriente que nace desta fuente
bien sé que es tan capaz y tan potente,
aunque es de noche.
El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede,
aunque es de noche.
Aquesta Eterna fuente está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.
Aquí se está llamando a las criaturas
porque desta agua se harten aunque a oscuras,
porque es de noche.
Aquesta viva fuente que deseo
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.