martes, 27 de febrero de 2018

La gata montesa

El gato montés (Felix sylvestris) es uno de los animales más espectaculares de nuestra fauna. Pese a su parecido con el gato doméstico, lo cierto es que las diferencias entre ambas especies son tan abismales como entre un perro y un lobo. El comportamiento, la actitud, los andares, la mirada y el aspecto general del montés son de gran felino, de animal puramente salvaje, indómito. Guarda más parecido con la pantera de las nieves o el leopardo Amur que con un gato.

Dentro de mi zona de campeo habitual (provincia de Guadalajara) llevo observando estos años que la población parece estable y constante a lo largo de los espacios naturales mejor conservados, y nunca he tenido observaciones o capturas fotográficas de ejemplares híbridos, lo que es, junto con la caza, la principal amenaza para la especie.

He tenido la oportunidad de encontrar a esta preciosa hembra con pelaje de invierno en un rincón ciertamente remoto. Obsérvese el grosor de la cola, el dibujo y densidad del pelaje, el diseño facial y los largos bigotes, características propias del gato montés.